viernes, julio 11, 2014

Traducción de la biografía de Yoshiki. Prólogo - La muerte de Hide

(Podéis encontrar el resto de capítulos aquí.)

2 de mayo de 1998. Hide muere.

Yoshiki conducía su Lexus, algo inusual ya que normalmente lleva chófer y el se sienta atrás para atender las llamadas de negocios, sin embargo, ese día disponía de mucho tiempo para grabar durante la tarde así que no tenía prisa.

Sólo le lleva media hora por autopista hasta el estudio que está en Hollywood norte, pero Yoshiki decidió coger la carretera nacional. Eran las primeras horas del atardecer del 1 de mayo de 1998, todavía había mucha luz en Los Ángeles y los rayos del Sol todavía se sentían cálidos. Mientras miraba el cielo azul por el parabrisas y disfrutaba del paseo sonó el teléfono. El número de su teléfono personal lo conocen un número muy limitado de personas por lo que Yoshiki comprendió que debía ser Amy, su asistenta americana.

—¡Hola, Yoshiki! —La voz no era la de Amy, si no la de otro joven empleado de la firma.

—¿Qué ha pasado?

El empleado empezó a responder atropelladamente a la pregunta:

—Amy me dio este número. Han llamado de Japón, dicen que es una emergencia y me dijeron que llamases al siguiente número. — Era el número de un conocido cercano. El cielo comenzó a enturbiarse ante los ojos de Yoshiki.

—¿Una emergencia…?

¿Le había ocurrido algo a algún miembro de su familia o a alguien del staff? ¿Alguien habrá tenido un accidente de coche, o un accidente laboral? Al finalizar la llamada Yoshiki no esperó a llegar al estudio, marcó directamente el número que le era tan familiar. La llamada fue atendida casi de inmediato.

—¿Qué ha pasado? —dijo, intentando mantener la calma.

La voz de su amigo sonaba débil y lo que Yoshiki escuchó fue:

—Hide ha muerto esta mañana…

Puede que esa familiar voz continuase hablando, pero Yoshiki no escuchaba nada más. No recuerda cómo terminó la conversación. —¿Hide muerto?

Su cabeza era un completo hervidero. No sabía qué hacer o a dónde ir.

Hide estaba muerto…

En el instante en el que Yoshiki escuchó esas palabras pronunciadas por una voz que sonaba casi como un susurro, su cerebro se apagó. Más tarde, no pudo recordar qué pensaba durante esos minutos. Las manos se le congelaron al volante y sentía el cuerpo entumecido, como si estuviese bajo el mar. Intentando coger aire abrió la ventanilla, de pronto la vista tan familiar a través del parabrisas se le antojó extraña y desconocida.

En un momento dado se dio cuenta de que estaba perdido. Al no encontrar una entrada hacia la autopista, continuó por una carretera que le era desconocida. Pero diez minutos después tuvo que detener el coche en el arcén y bajarse, estaba hiperventilando. Por primera vez se cuestionó la fiabilidad de la información.

¿Qué le había pasado a Hide? ¿Tuvo un accidente de coche? ¿Es posible que alguien diga “muerto” sin tener toda la información? Puede que las circunstancias de la situación no estén aclaradas aún, puede que las cosas no sean lo que parecen. Sin embargo, Yoshiki sabía que la persona que le había dado la noticia no estaba mintiendo. Aún así, algo acababa de ocurrir y no sabía el qué. Apretando fuerte las manos se ordenó a sí mismo conducir hasta el estudio rápidamente.

Encendió el coche por segunda vez ese día, se aferró al volante y después de media hora llegó al estudio. No era capaz de parar de temblar. Casi saltó del coche y anunció vía intercom que había llegado. Tan pronto como un miembro del staff le abrió la pesada puerta de madera pasó volando por el ancho pasillo hasta su estudio y sin siquiera sentarse llamó a la oficina central de X JAPAN en Tokyo.

Eran alrededor de las 10 de la mañana del 2 de mayo en Japón. Mientras esperaba a que respondiesen al otro lado del teléfono, Yoshiki seguía esperando que la verdad fuese diferente y con ese pensamiento intentaba calmarse y pensar que todavía podría volver a su horario de grabación que tenía programado para el día.

Pronto escuchó la familiar voz del manager. Sonaba muy claro, como si estuviese en la habitación contigua. Yoshiki empezó a hablar muy rápido:

—Me han notificado que Hide ha muerto, pero no he entendido lo que ha pasado.

—Claro —El manager empezó a hablar de forma tranquila, —acabamos de recibir la noticia de que Hide falleció esta mañana. El 2 de mayo, aproximadamente a las siete y media de la mañana, lo encontraron en su apartamento, en Minatoka Minami-adzabu, estaba sentado con una toalla alrededor del cuello y enganchada en el pomo de una puerta. Estaba inconsciente. Lo encontró la chica que vivía con él.

—Así fue como… —Yoshiki no fue capaz de pronunciar la palabra. Conocía a la chica desde siempre.

Conectado a un ventilador, los servicios de emergencia trasladaron a Hide al hospital Hiro, pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Lo declararon oficialmente muerto a las 8:52 A.M.
Después de esto, los preparativos para su funeral dieron comienzo. La noticia tuvo una gran cobertura mediática.

Yoshiki había estado escuchando a su manager en silencio, tuvo que forzarse a hablar:
—Salgo hacia Japón de inmediato.

Al colgar el teléfono, se apoyó en el pulido escritorio negro, era como si alguien le hubiese quitado las fuerzas de golpe. Se dejó caer en su silla y empezó a pensar. Lo primero que debía hacer era mandar irse a los ingenieros de sonido y al equipo que había reunido para las grabaciones de esa noche. Luego llamó a Amy.

—Necesito reservar el siguiente vuelo a Narita.

Su vuelo salía a la 1 A.M. del 2 de mayo (horario de Los Ángeles).

Ese día Yoshiki volvió a casa pronto del estudio. Se sentó en un sofá en su espaciosa sala de estar y se quedó así hasta que tuvo que marcharse, perdió por completo el sentido de la realidad, y por primera vez dijo en voz alta:

—Hide está muerto… no puede ser verdad…

Yoshiki recordaba la última vez que había hablado con Hide, fue una llamada internacional hacía ya un mes. Recordaba la voz alegre de Hide.

—¿Cómo te va Yoshiki? —Como siempre, la alegre voz de Hide lo saludaba y luego empezó a hablarle de su vida.

—¿Qué estás haciendo ahora? —Yoshiki respondió que estaba acabando de grabar el trabajo de la hija de Takeshi Kitano, Syoko, que él estaba produciendo.

—¡Excelente!

—¡Es realmente bueno!

No había nada extraño en su voz o en la conversación y no dijo nada sobre sus preocupaciones.

—¡Hasta luego!

Así terminó la conversación.

Por eso Yoshiki no podía entender la repentina muerte de Hide. La figura del divertido y cariñoso Hide, siempre riendo, con la mirada un poco entornada apareció ante sus ojos. Durante los tiempos de X JAPAN Yoshiki y Hide, a menudo sorprendían a la gente con su comportamiento un tanto infantil. Durante la gira nacional, se comportaban como chiquillos de instituto, haciendo tonterías uno tras el otro, tirándose almohadas en las habitaciones de los hoteles y haciendo que los demás se frustrasen.

¿Puede ser esto otra broma de Hide? Hacer que la gente se asuste y luego aparecer delante de todos con esa mirada pícara en los ojos. Cuando se trata de Hide, incluso más es posible.
Después de eso, el humor de Yoshiki mejoró ligeramente. Pero empezó a enfadarse. “¡Si esto es una broma, no va a salirse con la suya! Cuando lo vea, se la haré pagar bien caro”.

Sus sentimientos cambiaban de triste a enfadado por su amigo, no fue capaz de descansar antes de su vuelo. Se dio una ducha y se puso una camisa blanca y un traje negro, Yoshiki se miró en el espejo y no se sorprendió de que su reflejo fuese tan pálido. No fue capaz de comer nada tampoco, y así se fue al aeropuerto de Los Ángeles. No quería perder un minuto. Una vez en el aeropuerto facturó su equipaje, luego se dirigió a la sala de espera VIP, allí sus ojos le jugaron una mala pasada. De repente vio a su amigo.

—¡Hide, espera!

Evidentemente era una persona que esperaba su vuelo a Tokyo. Yoshiki rezaba para que esto fuese un chiste de mal gusto. Yoshiki aún podía imaginarse a su amigo embarcando en el vuelo y encontrárselo justo al entrar. Sus expectativas se vieron frustradas cuando al embarcar en primera clase vio que todos los asientos estaban vacíos. —¡Ya basta! Voy a matarlo yo en cuanto llegue y lo vea.

El avión despegó y sintió la presión en la espalda, pero la sonrisa de Hide seguía pegada en las retinas de Yoshiki. En cuanto el avión alcanzó la altura y velocidad de crucero las auxiliares de vuelo empezaron a ofrecer bebidas a los pasajeros. Yoshiki se tomó un agua.  Seguía sin tener hambre.
—Está bien, el agua será suficiente para aguantar las veinte horas de vuelo.

Al minuto siguiente vio las noticias de la NHK en la pantalla de su asiento, no pudo apartar la mirada. Eran las siete de la mañana del 3 de mayo en Japón, y las noticias anunciaban el suicidio de un miembro de la banda de X JAPAN, Hide.

Ahora era imposible negarse a reconocer que lo que había ocurrido era cierto. Yoshiki comenzó a llorar mientras oía las noticias, se cubrió la cara con las manos. La alegre sonrisa de Hide se desvanecía lentamente ante los ojos de Yoshiki.

Se abrazó a sí mismo, se mordió el labio inferior con fuerza intentando con todas sus fuerzas contener los sollozos que salían de su garganta, incluso con gafas de sol podía adivinarse que estaba llorando, las lágrimas no paraban de rodar por sus mejillas.

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